Letras tu revista literaria

domingo, 14 de enero de 2007

Ciudad Soñada

Las calles del casco antiguo de mi CIUDAD SOÑADA
Salvador Moreno Valencia.
Noviembre 1.998

Respirar el dulce aroma de los jazmines que trepan por las tapias de los patios de esas casas centenarias, que destilan el tiempo.
Sentir el profundo silencio que navega entre las calles estrechas, interrumpido solo por el murmullo que sale de alguna de esas casas señoriales.
Mirar los balcones de forja, las grandes puertas, los muros blancos bañados por el añil de la cal de los pueblos blancos.
Acariciar las hojas de los árboles que en otoño caen sobre los pasos, pasos del tiempo, ayeres de nostalgias, nostalgias de otro tiempo, pasado y presente.
Oír el repicar de las campanas que en los campanarios de Iglesias y Conventos llaman a oración a sus feligreses, el mundo detenido en las callejuelas de mi CIUDAD SOÑADA.
Ver los ojos felices de una pareja de recién casados que brillan con el flash de la cámara que los inmortalizará en el tiempo.
Susurros del ayer, ventanas que esconden vidas, hogares de un tiempo presente, de un pasado ausente.
Así son mis calles, laberintos de años, letargo de días y noches, fragancias que se filtran en el aire, que te llenan de sosiego, de calma absoluta.
Oír el sonido de los pasos, el eco del canto de los pájaros y comprender que no hay tiempo, que todo es irreal, que la idea del tiempo cabalga en pos del pasado, del ayer de mi CIUDAD SOÑADA.