Letras tu revista literaria

viernes, 31 de octubre de 2008

Bitácora de un…



Ser un Blogger, llevar una bitácora como un Magallanes, no tener un buen procesador de texto, con traducción incluida; ni siquiera usar remos, ni motor, sólo una vela que como un jirón se agita al viento de la blogsfera y desde el punto más alto del mástil (erecto) diviso tus pechos como sendos montes puntiagudos que me atraen como atraen a los hombres los abismos.
Ser un Blogger, al fin y al cabo, es sentenciar o acabar con lo puesto, quiero decir morir en las letras con las botas puestas, como algún insigne general del que la guerra hizo un héroe, del que la paz hizo una atracción de feria; en este circo ambulante de bloggeros y de los que se expresan usando como terapia el blog, porque nadie, ahí fuera los escucha…

De repente en el dial se oyen interferencias, ella me sigue seduciendo como lo hacía al principio de los tiempos. Pero yo no soy el tiempo, ella es el espacio por el que quisiera perderme, de una vez para siempre, sumergiendo mi cabeza en la caverna, esa oscuridad eterna; ella también es el tiempo, por eso yo quiero perderlo en sus brazos para perderme en el espacio que me brindan sus caricias…

Nuevamente, en el dial, una voz anuncia guerra, conflictos armados, tan viejos, tan eternos como ella que todavía sigue siendo el espacio y el tiempo; yo tan sólo soy un hombre atribulado cuyo vértigo lo atrae hacia lo absurdo del pensamiento: engañarme haciéndome creer que algo soy, con mi bitácora de marino sediento en medio de un inmenso mar del que no podrá tomar ni una sola gota de agua para saciar su sed; es el dial de nuevo…

Quedan diez minutos para que finalice el partido y el equipo visitante vence al local por un terrible, bochornoso, y estruendoso diez cero… Mi amor se fue a la luna, y en ella se inventó una canción… Llorará la luna, llorará el amor…

Los hombres de la IGTS se reúnen para asentar sobre la tierra sus ideas, destructoras, malignas y que amenazan con barrer de la faz del planeta a todo bicho viviente…

Ella me enseña, pero solamente dando a entender que bajo su blusa sus erectos pezones me invitan al goce, a la lujuria de morder sus labios rojos, sus carnosos epitafios…

Que llore la luna, o las estrellas, pero tú, sí, tú, mírame desde tu adentro que yo aquí en tu afuera soy un esqueleto merodeando en esta noche de muertos…

El equipo vencedor es abucheado por los seguidores del equipo local, la policía no puede detener a los agresores que porra en mano cual trogloditas apalean a sus rivales por haberle metido diez goles…

En la radio la voz de la presentadora dedica una canción a una chica, y oigo el estribillo y recuerdo tus azuladas caderas, y tus particulares infusiones, agua caliente, y tus ojos grandes agujeros negros; golpea el estribillo mi sien dolorida por el esfuerzo del recuerdo, cuando veo tus labios que se acercan sensualmente acompañados por tu canto: Llorará la luna…

La sangre se esparce sobre la hierba verde donde unos minutos antes veintidós hombres se debatían entre la vida y la muerte…

Ser Blogger hoy en día es ser Blogger en el pasado…

jueves, 30 de octubre de 2008

La Libertad


¿Es una bandera de color sangre?
¿Es un coche último modelo?
¿Es un teléfono móvil última generación?
¿Es un G 20 decidiendo por el resto de los millones de habitantes del mundo?
¿Es una jornada laboral de 65h?
¿Es una hipoteca imposible de pagar?
¿Es un alquiler que supera el 50% del salario interprofesional?
¿Es un no llenar la cesta de la compra por menos de 50€?
¿Es adquirir objetos inservibles?
¿Es pedir un préstamo para las vacaciones?
¿Es tener que pagar la Universidad?
¿Es tener que pagar los gastos de Enseñanza Pública?
¿Es aguantar la subida de la gasolina?
¿Es aguantar la subida de la leche, el pan y los huevos?
¿Es tener miedo a que te despidan?
¿Es tener que soportar al jefe?
¿Es tener que producir para mantener en estatus de vida de los ricos?
¿Es un ataque preventivo?
¿Es un atentado terrorista?
¿Es un terrorismo de Estado?
¿Es que nos dejen con lo puesto?
¿Es creer en la Democracia?
¿Es votar y aguantarte con el resultado?
¿Es permitir que nos exploten y que nos opriman?
¿Es una mentira?
¿Qué coño es la Libertad?

viernes, 24 de octubre de 2008

Humo de cigarrillos



Ella le sostuvo la mirada, pero él se disipó en la bocanada de humo de su cigarro como meditando lo que iba a decir, y antes de que pusiera en el aire una sola sílaba ella puso su dedo índice sobre los labios de él, que se decidían a cumplir la orden del cerebro para hablar; suavemente, primero, ella, hizo presión sobre los carnosos bordes nacarados de él, para ir presionando con más fuerza, mientras con la mano derecha le cogía los testículos para retorcérselos sin misericordia alguna.
Luego, él, tumbado sobre el suelo mojado, pudo oír el sonido que los tacones dejaban en el eco de aquel infesto callejón sin salida…

miércoles, 22 de octubre de 2008

Al otro lado de la calle


Siempre camino por el otro lado de la calle (no por la acera de enfrente con todos mis respetos al mundo gay) para observarme en la distancia que es, según he oído, la mejor forma de conocerse a sí mismo, o de odiarse, pero yo no me odio, todo lo contrario me amo con locura. También he tenido grandes batallas para mantener el control mental, y en muchas fui derrotado por ese otro yo, ese, sí, el mismo que observo desde la acera de enfrente (volvamos a la no connotación de orden sexual), y en otras tantas vencí, sí, yo, ese que se distancia de mí para conocerme: ¿no es una locura?
Ya controlo mi mente, pero todavía, algunas veces, me gusta soltarla para que enloquezca un poco, y así poder seguir, de vez en cuando, caminando por el otro lado de la calle, no encuentro otro modo más excitante que este para conocerme a mí mismo.
Me gusta compadecerme de mí y por supuesto de ti, es una forma, también, de liberarse, en la compasión está la paz interior.
Renunciar a algo es un ejercicio de absoluta Libertad.
Soy aprendiz de la vida, entonces, quizá, también de psicólogo y siempre he sido un ignorante endiablado, y rechazo las preguntas capciosas por lo prepotente de las mismas, otra cosa es la ironía...

No creo que sea falso lo de "Renunciar es un ejercicio de absoluta Libertad" y la escribo con mayúsculas porque es una Libertad, evidentemente, inalcanzable para mentes arraigadas en conceptos más falsos que el hecho de la renuncia.
No existe ser humano libre por ser incapaz de renunciar a nada de lo que su vida está hecha, incluso de sí mismo.

No me burlo de ti cuando digo lo de caminar por el otro lado de la calle, sé quién soy, y sé muchas cosas que otros no sabrán jamás aún cuando sean meras enciclopedias con patas, pura teoría, nada práctica a la hora de enfrentarse a la realidad.
Sobre el control mental te puedo asegurar, también, que poseo una capacidad, incluso, alarmante para el resto de los mortales; y no deberías dar por hecho lo que ni siquiera sabes porque yo lo haya dicho, especulas con tus apreciaciones sobre mí, no sé por qué haces esas consideraciones, faltas de veracidad en cuanto a mí Mente, mi Persona, mi Libertad y mi Capacidad para la renuncia que tú desconoces. Y no creo que eso sea irse por peteneras:
Entre otras cosas, sobre el control de mi Mente: tengo la capacidad de sanar a través de la energía, a lo que he llegado tras mucha meditación y mucho abrazar árboles y tenderme a sentir el latido de la Tierra. Y los monjes Zen, de los que no desconozco sus métodos, me parecen de los únicos seres verdaderamente Libres de este mundo, contando conmigo.
La compasión es algo que desarrollamos y que nos trasmite la bondad de la que somos capaces de vivir trasmitiéndola, entregándonos a ella, por ella, a los demás sin esperar nada a cambio, eso sí es un verdadero ejercicio de Liberación.
Los únicos que podemos hacer que nos liberemos de una u otra cosa, en este caso la compasión, somos nosotros mismos, y si me apuras dios a través de nosotros, o dicho desde mis creencias: la energía del universo actuando a través nuestro.
¿Ser neófito de demonio no es igual a ignorante del diablo?
Una pregunta es una pregunta y una afirmación una afirmación: ya lo sé, repetirlo es como apagar una colilla sobre el suelo y pisarla con alevoso gesto hasta ver esparcido los restos en ínfimas partículas.

martes, 21 de octubre de 2008

Esa mirada furtiva


Se fuga, la mirada, la de la chica que me escruta de arriba abajo sin quitarme los pantalones con la misma, se fuga hacia más allá de la etiqueta, la de mi pantalón o la de mis gafas, o la de mi cinturón, sí, su mirada extraviada en los botones de mi chaqueta de marca y en el reloj del pulsera, también de marca…

Se fuga, mi mirada, la mía, sí, la del chico tierno y dulce bajo la camiseta escotada por la que se intuyen sus (¿terribles?) increíbles pechos que retozan al compás de su vaivén de caderas. Sí, se fuga mi mirada tras su (¿terrible?) trasero que endemoniadamente se mece ante mis ojos atónitos, sí, me fugo en una orgiástica escena…

Se fugan, las miradas, de las personas que me miran escrutándome como si fuese un pez enfermo de ojos saltones y piel amarillenta donde se ve que el rojo original va desapareciendo conforme soy observado; sí, se fugan los ojos centenas de ellos como huevos estampados sobre un muro, pero en este caso sobre mi angelical rostro aniñado de setenta años…

Se fugan, ellos, los otros, absortos mirando escaparates donde hoy no hay peces que vender, ni pulpos que comprar, donde sólo gafas de marca, pantalones de marca, camisas de marca se asoman como hienas sonrientes enseñando sus sucios dientes…

Se fugan, ellas, las otras, alimañas pertrechadas por la guerra, en pos de un objetivo: romper escaparates donde como victimas de un holocausto, las gafas de marca, los pantalones de marca, las camisas de marca piden asilo político en un país de Asia…

Se fuga mi paranoia descalabrada de esta noche, noche donde rima la rana con el grillo y en tu escote escondo pepinillos para saborearlos más tarde, cuando ya tus gafas de marca, tus pantalones de marca, y tu camisa de marca estén esparcidos por el suelo y nosotros (tu mirada y la mía), nos fuguemos en un insólito himno de lenguas entrelazadas como eslabones de cadena, de la cadena con la que te atas tus pantalones, de marca…

viernes, 17 de octubre de 2008

La caja de Pandora


Estoy cansado de esta farsa, cuánto tiempo inacabado en esta patria, en este mundo inventado donde nada parece real, o al menos donde nadie quiere ser real, y es entonces cuando pienso: ¡a lo que hemos llegado!

Conozco tus palabras y tu cara, tus aficiones e incluso tus pensamientos, pero sigues, sigo, ocultándome/te tras las trincheras del teclado y de esta caja de Pandora que nos ha subyugado, por fin somos auténticos esclavos cibernéticos controlados por la IP de nuestras computadoras, cada palabra que escribimos, cada verso, cada poema, cada grito de BASTA, cada intento de lucha es tragado por las inmensas y voraces fauces del monstruo, y lo peor de todo es que nos hace creer que somos capaces, que somos fuerza para la revolución, cuando en la calle ya casi somos incapaces de mirarnos a los ojos, no digo ya hablarnos.
Las campañas en contra de la injusticia son, igualmente, absorbidas por este ENTE, y ya no queda nada, ellos, los poderosos, lo saben, y se ríen a nuestras espaldas. Nos dejan ser héroes por un día, nos dejan saborear las mieles del éxito por unos minutos, nos dejan disfrutar de nuestro minuto de gloria. Cómo: sencillamente poniendo a nuestro alcance una herramienta capaz de esclavizarnos sin que nos demos cuenta.
Internet es la caja de Pandora que nos postrará a todos y al que subscribe, alentados por la desesperación, por la incomunicación a la que nos han condenado.
Soy miembro de no sé cuántas redes de amistad, quizá cinco o seis, no sé, pero todo es ficticio, una ficción que acabará por engullirnos a todos.

jueves, 16 de octubre de 2008

Cerdos






La guerra es la Paz
La Libertad es la Esclavitud
La ignorancia la Fuerza.
Eric Arthur Blair

Cerdos

I

Vosotros, cochinos histéricos,
Que entregados al mundo material
Vais obcecados osando
En vuestros propios excrementos
Removiendo vuestros afiches
Haciendo tambalear los cimientos de la humanidad.

Vosotros que tan bien usáis la hipocresía
Sin dudar defender vuestro estatus de mierda
Condenado al ostracismo
A todo aquel o aquello
Que no se rija
Por vuestros absurdos principios.

Vosotros, cochinos histéricos,
Que tan sólo pensáis
En llenar
Vuestros egoístas estómagos
No dejaréis nada salvo
Sobre la faz de la tierra
Con tal
De salvaguardar
Vuestras míseras vidas de plástico.

Vosotros, cerdos apopléjicos,
Que ni oídos, ni ojos
Os hacen falta
Por que
Ni queréis ver ni oír.
Mucho menos
Aceptar
Vuestra cerril prepotencia antihumana.

II

No, no soy yo
El profeta
Venido a estos tiempos
Para vaticinar vuestra caída,
Ni la venida de mesías alguno,
Tampoco
Para haceros ver
Vuestro destino.

No, no soy el profeta
Venido para predicar
Con el amor y la paz
Inoculándoos, ambos,
En vuestros cerrados corazones.

No, no soy yo
El profeta
Enviado por dios alguno
Para redimiros de nada
Menos de vuestros pecados.

No, no soy el profeta
Ese que sin duda mataríais,
Sin duda, si pusiera
Vuestros culos acomodados en peligro.

No, no soy profeta alguno
Que venga a castigaros con su látigo,
A expulsaros de su templo,
Tan sólo
Soy
Un hombre ingenuo
Que tiene la esperanza
De veros a todos
Con ojos para ver
Con oídos para escuchar
Con alma para ser justo
Con corazón para latir
En pos de un mundo nuevo
Un mundo justo.

lunes, 13 de octubre de 2008

Cuando suene la música



No creo en los hombres ricos y poderosos, en esos que lo manipulan todo con tal de alcanzar su propósito: más dinero en sus arcas, más poder.

Ellos son los destructores de este mundo.
Nosotros sus cómplices, por más que digamos o escribamos.

¿Dónde están los intelectuales solidarios e involucrados en pos de un mundo mejor?

Ellos, los señores del poder lo compran todo: Poesía, Prosa…

Cuando suene la música de los tambores de la gran guerra (ya iniciada), no digas que te pillaron por sorpresa.

Cuando suene la música del redoblar de campanas por las muertes (cada día mueren miles de seres humanos), no digas que no sabías nada.

Ellos, los señores de la guerra taparan las bocas de los que gritemos BASTA.

Cuando suene la música de las trompetas apocalípticas, no digas que estabas
escribiendo poemas para la Paz.

Cuando suene la música en tus oídos, y sea silenciada por el sonido de las bombas,
no digas que andabas luchando en la retaguardia.

Ellos, los señores más poderosos de la tierra te convencerán de que las bombas son usadas para tu seguridad.

Cuando suene la música…

salvador moreno valencia

Yo pisaré las calles nuevamente
Pablo Milanés

sábado, 11 de octubre de 2008

C y las caricias del sueño




I

X y A se hicieron amigas
Por que yo andaba con C y
Una amiga suya
Despiadada e insatisfecha.

Estuvimos todo el día en aquel bar,
Bebimos, bebimos,
Algunos, incluso, comimos.

El vino comenzó a poner
Gotas brillantes en algunos tejados;
Al mío se subió temeraria
Una veleta con forma de flor;
Pero otras (veletas), en forma de gallinas
Deshojaron sus trémulos
Pétalos rojos.



II

A C la conocí en la calle;
Iba algo desorientada
Se dirigió a mí
Y preguntó dónde estaba
Tal calle.

En ella estamos, respodí.
Voy al número 13 dijo C
Y yo, sorprendido, dije:
Yo también; estoy invitado
A una cena en casa de A.

C, sin salir de su asombro preguntó:
¿Vamos juntos?
Sí, ya que vamos, vamos, sonreí yo
Hasta hoy.

III

No me quedé con C
Decidí gastar mis últimos
Cartuchos
De bar en bar
Observando como un degenerado
Pervertido
A niñas de catorce años
Vestidas de prostitutas
Y en alguna ocasión
Conseguí llevarme a la cama
Alguna de diecisiete.

Pero, no, no nos quedamos C y yo;
Nuestra relación se ha limitado
A esporádicas cartas vía email, y
A vernos una vez cada dos años.
C, viaja, yo tras tanto navegar
Y naufragar
Llegué a puerto firme
Y ahora soy un náufrago
Rehabilitado.

IV

¿Qué hubiera sido de nuestras vidas?
Sí, la de C y la mía…, es ridículo pensarlo.
La vida es un continuo ir y venir,
Un girar eterno en el que siglos antes
O siglos después,
C y yo volveremos a encontrarnos.

Somos viajeros errantes
En estas dimensiones conocidas,
Pero sabemos el secreto,
Conocemos la puerta por la que se sale de ellas.

Y por la misma, C y yo nos convertimos,
Al cruzarla, en eternos amantes.

V

Vestido estaba el ocaso,
Al alba, más tarde, cantaron
Unos republicanos
En la casa del Che;
Un Poeta y un Periodista
Se largaron con A y X.

La amiga insatisfecha y despiadada de C
Compró algunas anfetaminas
Y se piró con el camello que se las vendió.
Yo desperté en un coche desconocido,
Allí tan sólo estaba yo, un árbol que me cobijaba
Bajo su frondosa sombra,
Y el recuerdo imborrable de la presencia de C
Pero era como un espejismo.

VI
Subí las escaleras del otoño
Y bajé raudo hacia el agujero
Del frío invierno
Donde me refugié
En los brazos de la madurez
De E.

Luego las flores despertaron
del letargo y el hechizo
rompió las llave
del corazón de E.

Volví a bucear
En las oscuras y vacuas
Aguas de la calle, de los bares
Y de las ausencias
Donde seres femeninos extendían
Sus brazos hacia mí
Como lujuriosas arpías
Dispuestas a devorarme.

VII

C, volaba en aquel momento
Hacia algún país exótico
Cobrando su óbolo de azafata.

Yo, planeando a ras de suelo
Fui a aterrizar, casi sin voluntad,
Desequilibrado por los hechizos
Del dios Baco,
A los brazos de L.

Un gato ronroneó, una tarde,
En el alfeizar de alguna ventana,
Luego, el desequilibrista equilibrado, yo,
Abrí la puerta y la gata que maullaba
En ella entró para arrancarme
Azarzazos mi maltrecho corazón.

VIII

Y C seguía volando
De isla en isla
Cobrando su óbolo de azafata.

Una tarde, estando ya
En mis primeros escarceos
Con Baco, ya ebrio
Y esperanzado,
C se hizo tan real como mis ojos,
Mis labios o mis manos
Que se abrieron para abrazarla.

C ya soñaba
En el corazón del hombre
Que estaba a su lado,
Un tal T.

I venía por las tardes
Tomaba café con sus amigas
Y me miraba, o más bien,
Me devolvía las miradas
Que yo le ofrecía: lascivas,
Iracundas y plenas de pasión
Como gatos en celo empuñando
Maullidos y arrumacos
Provistos de sus armas
Al filo de un tejado.
Volé por una tarde
En los brazos de I,
Luego, más tarde
Cuando la línea del horizonte
Tendió su lazo infinito
Sobre los cuellos de ilusos amantes
I se esfumó como lo habían hecho
Antes todas mis amantes.

X

C seguía volando y
Cobrando su óbolo
De azafata.

Yo caí en picado
Con el único motor, que tengo,
Roto, sobre los pechos
Dorados y tersos de M
Que me enseñó
Que la lujuria no es un pecado
Sino el mayor de los placeres.

Desperté dos días más tarde
Quizá tres, en un coche desconocido
Bajo un árbol cuya frondosa
Sombra me cobijaba
Y con la impresión
De un momento vivido con C
Y las caricias del sueño.

Luego, más tarde vendría R a rescatarme.

Del Poemario C y las caricias del sueño
salvador moreno valencia

viernes, 10 de octubre de 2008

Hasta las pulgas se amaestran



Se puede, incluso, amaestrar a un mono...
... y a dos, también a millones;
¿no ves el mundo que te rodea?
Jaurías de monos amaestrados,
aunque la jauría esté compuesta
de feroces perros salvajes,
podrían ser monos amaestrados
los que como perros salvajes
van: cocean como caballos,
mean como neófitos y
cagan en los rincones
o en las aceras, dejando su impronta.

Sí, hasta una pulga, si te empeñas,
puede ser amaestrada.

alvaeno

Hace días que no salgo



Hace días que no salgo a la calle.
Tampoco, para lo que hay allí, fuera.
Sí, ya sé, gente...

Pero..., van como ciegos,sordos y mudos,
aunque hablan, oyen y miran,
sin embargo,
ni ven, ni escuchan, ni dicen algo coherente.

Para qué, ir ahí, sí, afuera, sí, a la calle
donde haya gente...

¿Para ver y comprobar tanta estupidez?
¿Para oírla?
¿Para cerrar la boca a la ignorancia, a la vulgaridad, a la necedad...?

alvaeno