Letras tu revista literaria

sábado, 28 de julio de 2012

El poeta baja a los infiernos

Este es uno de los poemas que leí el viernes 27 de julio en el I Encuentro de poetas POESOHAIL, que tuvo lugar en NAMASTÉ de Fuengirola, situado en la calle Camilo José Cela, 2. Ocho poetas nos dimos cita en este encuentro: Mª Jesús Campos (Chu); Chavela Cervantes; Siracusa Bravo (Indigesta); G.Pérez Gastón (Luna); Francisco Aranda; Inma Bernils; Nerea Aznar; y el que suscribe.
Gracias a Pablo y Luis propietarios de la tetería por brindarnos ese espacio. Gracias a todos.










El poeta baja a los infiernos

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!
Para que puedas saber
Qué se cuece en las calderas
Por debajo de ese mundo
En el que habitas.

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!

Dialoga con las prostitutas
Con los proxenetas
Con los camellos
Con los traficantes de drogas.

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!

Para que tu poesía
Pueda ser escrita.

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!

Comprueba por ti mismo
Lo que no se ve
Ni parece existir
En ese mundo en el que habitas.

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!
Ahí, sí, ahí, en el mismo centro
De la ciudad en la que vives;
Sí, ahí, en pleno corazón de la gran manzana
Puedes encontrar el mismo infierno
Donde venden sus cuerpos
Mujeres que fueron vírgenes,
Castas vírgenes de sal
Ahora se prostituyen
Bajo las aceras
Que pisan los pies
De esos ciudadanos
Que dicen ser “ciudadanos de bien y de buena voluntad”
Que elevan sus plegarias al cielo
Donde su dios
Mira para otro lado
cómplice de la barbarie.

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!

Sé testigo de lo que nadie
Quiere ver
Ni oír,
Ni sentir.

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!

Ahí, en el mismo corazón de la gran manzana
Podrida
Laten los corazones oprimidos, esclavizados
Por los cínicos proxenetas
Por los grande chulos mercaderes de cuerpos:
Blancos, frágiles, negros, azules,
Voluptuosos  cuerpos
De antiguas vírgenes.

¡Baja, baja, poeta a los infiernos!

Bebe de las fuentes de Circe,
no beberás nunca de las de Castalia
Prostituye tu verso,
Sí, poeta, vende tu lira
Al gran proxeneta del mundo.

Sí, poeta, ¡baja, baja a los infernos!