Letras tu revista literaria

viernes, 10 de febrero de 2012

Los otros


El sonido que hace el agua en la fuente me hipnotiza.
Fotografía E. de Juan


La tarde me envuelve en un éter violeta
exhibiendo en su escaparate al mundo.

Veo pasar la gente con prisas, como si llegaran tarde a una cita.
Escribo sobre lo observado, escribo sobre el agua
que en la fuente incansable, e interminable brota como el río de gente que pasa apresurada.


Viene a mi memoria un cuadro de Goya
donde dos hombres se apalean sin descanso
parecen dos personajes de Faulkner

tan necios, tan tercos, despojados de sentido común.

Los otros, quizás también hayan caído hipnotizados por el sonido del agua.


sábado, 4 de febrero de 2012

A lo lejos

Fotografía E. de Juan

Góngora, Quevedo, Lope y Cervantes:
Borrón y verso nuevo.



Abre sus alas el Hombre y como Fénix remonta el vuelo.

Surca los cielos obscuros sobre tierras cenagosas, a lo lejos,
más allá de lo que sus ojos abarcan, existe un mundo que desconoce la palabra.


Ciegos,

Sordos,

Mudos: necios

Un mundo que desconoce la Palabra
Un mundo de sonidos guturales

Mundo que una vez, conoció la belleza
y la riqueza tallada por la Palabra.

 El Hombre despojado de la Palabra no surgirá como el Fénix de sus cenizas.


Del Poemario Cuedernos de la huida (Salvador Moreno Valencia)



viernes, 27 de enero de 2012

Plaza Hispanidad Café

El misterio de la luz
habita en los objetos.
Fotografía E. de Juan











Mas las sombras abrazándolos
Los hacen desaparecer.

domingo, 22 de enero de 2012

Los restos del naufragio

Fotografía E. de Juan


El día transcurre lento con su eterno tictac.


En el transcurso del mismo observo el vuelo de algunos pájaros

Y me pregunto: ¿Todavía quedan pájaros?


Una abeja que revolotea

sobre unas brillantes flores amarillas

me despierta de mi ensoñación.
 

Por la tarde, ya cercano

El ocaso, el sol defeca

Los restos del naufragio

Sobre un horizonte bañado en la tiniebla de la tarde.


El tictac eterno del día que transcurre lento al fin se detiene.


Del poemario Cuadernos de la huida de Salvador Moreno Valencia

viernes, 13 de enero de 2012

El Dragón blanco perece


Aquénó se yergue sobre sus cenizas como Ave Fénix.

Fotografía de E. de Juan

Escupiendo la imagen de un mundo tenebroso
donde la oscuridad se abre camino desde las fauces del monstruo.

El fuego rojo escupido por su boca
destruye paraísos violetas
donde danzaban, alegres, indefensos seres.

Aquénó ha vencido
instado por su egoísmo, su yoismo exacerbado
ajeno a los gritos cierra bocas y oídos con su fuego nuclear,
que tan solo a él le es permitido usar, por su ley.

Seres inocentes han gritado, pero existe la certeza de que no han sido ni oídos ni mirados cuando caían como flores muertas sobre las aceras mojadas por la ácida lluvia, hija del gran ataque nuclear vomitado por las fauces de Aquénó.

(Del Poemario Cuadernos de la huida de Salvador Moreno Valencia)

sábado, 7 de enero de 2012

Una mirada suya bastaría...

Fotografía E. de Juan

La Esencia es Ella en su plenitud de vida. 

Dedicándome una sola mirada
tras la leve sonrisa que oculta sus deseos.

Custodiada por su efebo como la diosa Erees*
solo me queda soñarla, jamás alcanzaré sus favores
aun conociendo sus deseos a pesar de su custodio.

El suelo se abrirá bajo nuestros pies de barro
caeremos, caeremos enloquecidos por el deseo
sobre una tupida selva de
polidrondros*
en la que sucumbiremos al Amor.
La Plenitud es Ella y su mirada la Esencia para salvarme.

*Erees, diosa de la mitología Vannüenate que representa la fertilidad.

* Polidrondros fruto del Polidrondro, árbol vespal ya desaparecido que crecía en las riberas del río Ereestes en las tierras de Vanüenat. La leyenda dice que la diosa Erees cogió sus frutos para llevarlos al sur de Vanüenat, donde un inmenso desierto se abría paso hacia el norte dejando tras de sí los vergeles convertidos en páramos. Ésta sembró los huesos del Polidrondro en el yerto y desolado erial, pero el dios Poletees que había sido rechazado por la diosa, envío un ejército de Guanacos para que los comieran y así sucedió…


(Del poemario Cuadernos de la huida)


jueves, 29 de diciembre de 2011

Apaguemos la luz


Fotografía E. de Juan


Con este poema participo del cuarto Concurso de Poesía de Heptagrama.

Salvador Moreno Valencia
Español


Apaguemos la luz, y después
apaguemos la luz.
Edward De Vere (Otelo)

Somos Ausencia.



Intervalo de tiempo
consecuencia de una gran explosión.



El origen de un Todo
que conforme avanzamos
más se asemeja a un Nada.



La Nada absoluta e imperecedera
todo lo que nunca Es
porque se transforma
a cada milésima de segundo un giro en esa Nada inconmensurable.



Apaguemos la luz y dejemos solo la Ausencia.

(Del poemario Cuadernos de la huida de Salvador Moreno Valencia)

sábado, 24 de diciembre de 2011

El tiempo es un reloj que picotea sin descanso buscando el recuerdo

Fotografía E. de Juan


Has llegado, retrocediendo en el tiempo hasta donde la memoria te ha dejado.

Nadie sabe mucho más de lo que te contaron
sobre cuándo aquel hombre comenzó su existencia.

Nada se ve más allá de la niebla
ni hombres, ni fieras, ni hechos,
solo un lugar donde el recuerdo hace tiempo fue aniquilado.

Las calles parecen haber estado allí
formando parte de los hombres, de las fieras
invitando a caminar por acciones violentas
seduciendo al escurridizo recuerdo.

Retrocediendo en el tiempo hasta donde la memoria te ha dejado.

sábado, 17 de diciembre de 2011

El reloj picotea sin descanso y esto es el tiempo*



Fotografía de E. de Juan


Sin el incansable tictac la sala parece vacía.

Solo el frío constante como de nieve eterna
es lo que ella percibe sin el sempiterno tictac.

Hace tanto tiempo que no lo recuerda,
ella, taciturna, intentando amueblar el pasado
pero nada parece cumplir ley alguna.

Ley natural ni creada por un estúpido homínido
que la redactó para doblegar los espíritus libres como el viento.
El tiempo avanza inexorable e imponentemente
pero ella sueña, sueña sin descanso el tictac,

El incansable tictac sin el que la sala parece vacía.

*El título de este poema ha sido extraído del libro Las máscaras del amor de Juan Carlos Onetti.

Poema incluido en el poemario Cuaderno de la huida



sábado, 10 de diciembre de 2011

Una vez el paraíso


La manzana está podrida


En el paraíso bajo un árbol
ahorcada la serpiente.

Hembra y macho fornicando con alas prestadas de ángel
Tan solo ellos en el frondoso e inmenso jardín
y un ojo omnipresente que como un gran voyeur los vigila.

La historia de la humanidad se apoya en cimientos de mentira,
en muros construidos con arena movediza
seres salvajes luchando por comer, luego, quizás, filosofarán.
Hombres fornicando con una mujer sin conciencia del incesto.

Podrida la manzana seguirá.

Del poemario El tiempo y el recuerdo (poesía circular).