Yo soy un resto, de una pierna y
de unos brazos,
de unos labios y
unos ojos.
Yo soy el náufrago
que se estrella cada noche
en esas playas de blanca arena.
Yo soy pedazos rotos
de una esperanza.
La barca se hunde,
caemos a un inexplicable vacío
donde reina una tenebrosa oscuridad.
Yo soy el sol de rayos encendidos.
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