Letras tu revista literaria

martes, 9 de octubre de 2007

La terrible enfermedad de Alzheimer.



Esta imagen debe valer más que mil palabras, es mi padre y se encuentra en la última fase de la enfermedad.
¿No sería la eutanasia una muerte digna para él y para todos aquellos que sufren los estragos del terrible Alzheimer?
alvaeno

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con respecto a tu comentario sobre la eutanasia. Tienes todo mi apoyo.
Coda: sería posible ponerme en contacto contigo vía email. Te dejo el mio:
editorialuniversos@yahoo.es
Gracias y un saludo
Gayol

Anónimo dijo...

Yo considero que el hospital no puede ordenar semejante decisión final; pero si, como hijo, pudieras hacerte cargo de tu padre (legalmente puedes hacerlo) en casa, una vez allí podrías tú mismo llevar a efecto tu deseo de preservar la dignidad de la vida que merece tu padre en tu opinión, siempre que toda la familia a la que perteneces estuviese de acuerdo con ese acto final por unanimidad y sin excepciones. Como eso implica un riesgo, pues siempre hay rencillas entre familiares, entre hermanos, que te pueden llevar a la cárcel por asesinato, lo mejor es que sea un acto secreto entre tú y él. Como esto implica una traición a la familia, considero que tiene que ser ella en bloque, la que dé su asentimiento, y que todos los miembros de la misma (menos los menores, claro) participen en el acto, a fin de que ninguno asuma una gran responsabilidad. Sin duda, es un asunto social del que debe hacerse cargo la famialia, como antaño se hacía, pero hoy no, debido, básicamente, a unas nuevas pautas económicas, culturales, morales, sociales, religiosas, etc.

No veo sensato, ni eficaz, ni inteligente, que la eutanisia sea ordenada por el Estado, ni que se haga pública, ni se institucionalice: eso me suena mucho a la eugenisia y a la eutanisia que la extrema derecha y el comunismo llevaron a cabo en el pasado siglo XX; además, todos los ciudadanos conocemos cómo funciona la burocracia y los organismos públicos, pues si "el poder corrompe, y el poder absoluto (como poder decidir la muerte de alguien) corrompe absolutamente", estaríamos adentrándonos en la civilización auténtica del Big Brother de Orwell.

Mejor dejar las decisiones particulares a los particulares; en este caso, a la propia familia que ve cómo uno de sus miembros más vetustos y queridos, sucumbe ante el peso gravitatorio e inexorable de la muerte.

Unknown dijo...

Ricardo buen ensayo sobre el tema, tienes toda la razón, no debemos permitir que se institucionalice la eutanasia.
gracias por tus palabras
salvador

ISABEL MIRALLES dijo...

Hola Salvador,

Terrible la enfermedad y terrible la fotografía... Mi madre padeció durante 11 largos años esta misma enfermedad, jamás le tomé una foto en la última etapa de su enfermedad (por respeto a su persona) y jamás se me ocurrió pensar en la eutanasia. Sí hablé con los médicos para que le evitaran el dolor y llegado el caso, no prolongaran su vida de forma artificial. Quise que tuviera una muerte digna y sin dolor, como creo que todos desearíamos, pero en ningún caso adelantar esa muerte. Creo que todos los seres merecemos una muerte digna.

Sé lo duro que es para una familia tener a su padre o madre afectado de esta enfermedad. Tenemos que darles lo mejor de nosotros mismos, toda nuestro cariño y ternura, pues aunque creamos que son como "vegetales" estoy segura que perciben el cariño que les rodea o por el contrario nuestra falta de atención hacia ellos.

Dale a tu padre todo el tiempo y cariño que puedas, no dudes, que él lo notará.

Recibe todo mi afecto. Isabel Miralles

Unknown dijo...

Gracias Isabel por tus palabras, tienes toda la razón , pero en esa situación, que bien conoces por tu propia experiencia, lo que se busca es la dignidad del paciente.
Para mí no es un acto inmoral haber fotografiado a mi padre en ese estado, porque creo que es necesario que este tipo de imágenes se distribuyan para concienciar a las personas de lo que se nos viene encima con la enfermedad. En el futuro habrá muchos más afectados y habrá menos recursos y menos gente dispuesta a ayudar.
De todos modos, como decía Ricardo, antes la gente moría dignamente en sus casas y no se empeñaban en prolongar la existencia de la manera que ahora lo hacemos.
Muchas grcias.
Un abrazo.
salvador

Raquel Patricia Correa dijo...

Hola: la imagen es muy dolorosa Y como tú dices es preferible morir dignamente a vivir en ese estado. Pero tienes que tener en cuenta que es una decisión muy difícil tanto para los familiares como para los médicos que lo asiten .Creo que son pocos las personas que, han hecho votos para preservar la vida de sus pacientes, se atreva decidir en que momento debe terminar .Tal vez sería muy bueno que cada uno puediera elegir de que manera terminar sus últimos días, pero como ello no es posible solo nos resta acompañar a los que sufren, esperando el momento en que Dios decida llevarlos para siempre