Letras tu revista literaria

sábado, 9 de junio de 2007

Los empresarios hosteleros dispuestos a hacer su agosto.

Empresarios, en su mayoría, propietarios de bares, restaurantes y chiringuitos de Fuengirola, contratan una gran parte de personal sin papeles.
La demanda es superior a la oferta y por consiguiente, se llevan a cabo, actitudes de explotación, pagando, por ejemplo, ochocientos euros por mes, que en algunos de los casos puede llegar a mil. Pero las condiciones de trabajo, están muy lejos de estar de acuerdo con las leyes establecidas (en primer lugar se incumple la ley no dando de alta a este tipo de trabajadores, por la falta de documentación). Jornadas de diez y once horas, un día de descanso a la semana, y en algunos casos ninguno.
Nadie protesta, nadie dice nada, entre otras cosas, porque los que aceptan dichos trabajos vienen para la temporada y al carecer de documentación no pueden exigir que se respeten sus derechos como trabajadores, simplemente quieren trabajar y ganar unos euros.
De cada diez contratados/as, al menos, y este dato lo he constatado, haciendo una investigación exhaustiva, siete son de origen extranjero, entre los/as que podemos hallar: Pakistaníes, Chilen@s, Argentin@s, Paraguay@s, y otras nacionalidades.
¿En qué repercute esta situación al resto de demandantes legales? En que sólo una minoría será contratada para mantener a los inspectores de trabajo alejados, y, por supuesto a los agentes de extranjería. Con lo que la explotación laboral está asegurada para otra temporada vacacional.
En éste caso se acrecienta la insolidaridad entre los demandantes y la competitividad hace estragos con los residentes o con los que tienen todos sus papeles en regla.
Los beneficiados, una vez más, no son otros, que los propietarios de los citados establecimientos.
Todo esto cambiaría si se legalizasen los demandantes, que por supuesto tienen derecho a optar a un puesto trabajo, pero que sea digno; entre todos podríamos acabar con la explotación laboral y el tráfico de personas sin papeles.
Salvador Moreno Valencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ejemplifica la voracidad de la condición humana; lo que Hobbes dijo ("el Hombre es un lobo para el Hombre") tiene aplicación sinalagmática con lo que sostuvo Bacon ("el conocimiento es poder"), en el sentido de que conocer que puedes violar la ley, sin que te ocurra nada, facilita que abarates costes con mano de obra ilegal, aumentando, además, la producción. Otra cosa es el régimen fiscal a que el Ayuntamiento de Fuengirola, la Junta de Andalucía y el Estado central los somete: ¡para temblar! Sin duda, el fraude compensa: ¡trágico, pero real!

Ricardo Mena