Ella era ante el espejo
Una tierna mirada
De profunda belleza;
Pero sus ojos
Veían monstruos
En vela acechando
Para su golpe efectivo.
Ella era bella
Pero se sentía horriblemente
Fea;
Luego la abandonó
Su autoestima
Y soñó pedregosos
Caminos;
Se tatuó con sangre
Sobre sus azules venas
Una cuchilla afilada
Que la devolvió
Al mundo de las marcas,
Malvadas Hadas de este tiempo.
Del Poemario Tenue Poseidón
1 comentario:
Un poema duro. Efectivamente estamos metidos en una sociedad donde el sentido de la belleza a veces queda en entredicho. Demasiada importancia a cierta estética impuesta.
Un saludo.
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